
evolución de los estudiantes, la efectividad de las estrategias educativas
empleadas, el grado de integración teoría-práctica alcanzado, los principales
desafíos enfrentados in situ y los beneficios observados en la comunidad.
3. Registro de actividades y observación: Se utilizó un diario de campo o bitácora
para documentar de manera sistemática y narrativa cada una de las acciones
realizadas, consignando fecha, lugar, tema tratado, técnicas utilizadas, número
aproximado de participantes comunitarios y observaciones generales sobre el
desarrollo y la recepción de la actividad.
Intervención Comunitaria (Técnicas Fundamentales Aplicadas):
En los diversos escenarios comunitarios, las técnicas fundamentales
utilizadas por los estudiantes, siempre bajo supervisión, fueron:
Charlas Educativas: Sesiones interactivas de corta duración (30-45 minutos),
meticulosamente diseñadas para transmitir información específica sobre salud,
fomentar la discusión grupal, aclarar dudas y desmitificar creencias. El lenguaje,
los ejemplos y el soporte visual se adaptaron de forma específica a cada grupo
poblacional objetivo (niños, adolescentes, adultos mayores).
Medios Didácticos: Se diseñaron, confeccionaron y emplearon diversos
materiales de apoyo visual y audiovisual de bajo costo, pero alto impacto, tales
como posters, folletos informativos, láminas anatómicas, maquetas y
presentaciones digitales simples. En los círculos infantiles, se privilegió el uso de
juegos didácticos, títeres, canciones y dibujos para correlacionar las actividades
lúdicas con mensajes clave de salud.
Planificación de las Acciones:
Previo a las intervenciones, se confeccionó un **plan temático** detallado y
contextualizado que estuvo en estricta correspondencia con el entorno y las
necesidades específicas identificadas de manera preliminar en cada escenario.
Este plan, flexible pero estructurado, garantizó que los contenidos fueran no solo
pertinentes, sino también cultural y evolutivamente apropiados.
Procesamiento y Análisis de Datos: