
identifica cambios morfológicos en las células) para proporcionar una evaluación
de riesgo más completa y precisa.
3,4
Esta sinergia no solo permite detectar
lesiones existentes, sino también estratificar el riesgo futuro de desarrollarlas, lo
cual es esencial para personalizar los intervalos de cribado y las acciones clínicas.
Las organizaciones más importantes han perfeccionado sus directrices basándose
en evidencia de cohortes prospectivas y modelos de costo-efectividad. La
American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG)
3
, junto con la
American Society for Colposcopy and Cervical Pathology (ASCCP)
5
y la Society of
Gynecologic Oncology (SGO)
6
, respaldan las recomendaciones del U.S.
Preventive Services Task Force (USPSTF), que incluyen el cotest como una de las
tres opciones válidas para el cribado en mujeres de 30 a 65 años, con un intervalo
de cinco años.
3
La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) y la
Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) coinciden en sus
posturas, reconociendo el valor del cribado conjunto, especialmente en contextos
con recursos adecuados.
7
Un cambio significativo es la transición hacia un manejo basado en el riesgo,
impulsado por las guías de consenso de la ASCCP de 2019 y reafirmado en
2024.
5
Este enfoque, que integra el resultado actual y el historial previo de cribado,
utiliza umbrales de riesgo de CIN3+ a cinco años para orientar las decisiones. Por
ejemplo, un resultado positivo de VPH con citología negativa implica un riesgo
suficiente para recomendar una repetición en un año, mientras que la
concordancia de VPH16/18 positivo con citología de HSIL incrementa el riesgo
inmediato por encima del 60%, haciendo preferible el tratamiento inmediato sin
biopsia previa en mujeres no gestantes.
La evolución tecnológica ha mejorado ambos elementos del cotest. En el ámbito
de la citología, la citología en base líquida facilita una mejor conservación de la
muestra y la posibilidad de realizar pruebas de VPH y genotipificación específica
(como para VPH16 y 18, los genotipos más oncogénicos) a partir del mismo vial,
optimizando la logística y disminuyendo la necesidad de re-llamadas.
6,8
En el
ámbito molecular, las pruebas de VPH han logrado una alta automatización,
reproducibilidad y escalabilidad. La FDA ha dado su aprobación a varias