REMIJ 2017;18(2)
Modelo pedagógico de formación del protagonismo del futuro profesional en la prestación de servicios profesionales, a través de proyectos extensionistas
Pedagogical model of formation of prominent role of the future professional in the provision of professional assistance through extensive projects.
Dr.C. Elena del Carmen Medina Yera1, MsC. Yamira Iraisa Herrera García2
1 Doctora en Ciencias Pedagógicas. Profesora Titular
2 Lic. en Enfermería. Especialista en atención integral a la mujer y al niño. Profesora Asistente
RESUMEN
En el presente trabajo se argumenta un modelo pedagógico en el que se explicitan desde el punto de vista teórico las dimensiones, cualidades y eslabones para la formación del protagonismo del futuro profesional en la prestación de servicios profesionales, a través de proyectos extensionistas. Dicha construcción teórica asume como fundamentos teóricos: la dialéctica materialista como base filosófica general, la teoría Holístico Configuracional de los procesos sociales de Fuentes Homero, la Concepción Histórico Cultural de Vigotsky y sus seguidores sobre la ley de doble formación del desarrollo, la concepción humanista centrada en el individuo, desde la perspectiva de su mejoramiento y perfeccionamiento constante. Esta propuesta se precisa para dar respuesta al problema científico el que se concreta en las insuficiencias que se presentan en la concepción del proceso de extensión universitaria en el contexto de la universalización, que limitan el desarrollo del trabajo del futuro profesional en la prestación de servicios profesionales.
Palabras clave: extensión universitaria, proyectos extensionistas, protagonismo profesional
SUMMARY
A pedagogical model is put forward in the current work in which, from the theoretical point of view, aspects, characteristics and connections for the formation of prominent role of the future professional in the provision of professional assistance are explained through extensive projects. This theoretical construction takes on as theoretical foundations: materialistic didactics as general philosophical basis, Homero Fuentes’ Holistic Configurational Theory of the social process, Vigotsky’s Historical cultural conception, and his followers, about Double Formation of Development Law, the humanistic conception, based on the individual, from the perspective of its constant improvement and improvement. This design is specified to answer the scientific problem which gets to the point in deficiencies that are present in the conception of extensive university project, which limit the development of future professional work in the provision of professional assistances.
Keywords: Iextensive university, extensive projects, professional prominence
INTRODUCCIÓN
La universidad moderna demanda de un futuro profesional capaz de implicarse activamente en su propio proceso de formación, lo que se traduce en la capacidad para lograr una sólida preparación científica y cultural, solucionar con creatividad e independencia los problemas de la profesión y aplicar instrumentos de exploración e interpretación para la adecuada comprensión, orientación y manejo de las problemáticas sociales identificadas. Del mismo modo debe desarrollar habilidades comunicativas que garanticen la transmisión coherente del mensaje educativo, ambiental, jurídico y cultural, dirigido al bienestar social en los diferentes contextos de interacción.
Estas exigencias requieren la concepción de los procesos formativos que caracterizan a la universidad desde esta perspectiva. En correspondencia con ello se deben adoptar iniciativas lógicas que garanticen la preservación, desarrollo y transmisión del acervo cultural, desde la integración con el entorno comunitario, consecuentes con la misión de la universidad dirigida a la socialización de la cultura y con la máxima martiana al apuntar que: “Al venir a la tierra, todo hombre tiene derecho a que se le eduque, y después, en pago, el deber de contribuir a la educación de los demás”.1
Es la institución educativa la que mejor preparada está para la formación del futuro profesional que aclama la sociedad, aspiración que puede ser lograda a partir de la integración de sus procesos sustantivos, entre los que se destaca la extensión universitaria y su función dinamizadora del vínculo universidad-sociedad.
La extensión universitaria debe convertirse por tanto en una vía para sistematizar la formación del protagonismo del futuro profesional en la prestación de servicios profesionales, a través de proyectos extensionistas, en tanto su articulación estimula el espíritu creativo, la capacidad para la toma de decisiones, la formación de la vocación y la prestación de servicios profesionales.
Es consideración de la autora del presente trabajo que una vía organizativa del proceso de extensión universitaria, que propicia la formación del protagonismo desde una postura sistémica y totalizadora, poco abordada desde esta perspectiva, es el proyecto extensionista.
Se trata por tanto de establecer nuevas relaciones en las que se identifiquen dimensiones y cualidades superiores que pauten la praxis educativa. Desde esta perspectiva se plantea como objetivo del presente trabajo la argumentación de un modelo pedagógico, contentivo de las relaciones esenciales de la formación del protagonismo del futuro profesional en la prestación de servicios profesionales, a través de proyectos extensionistas.
MATERIAL Y MÉTODO
Análisis y síntesis: Método utilizado en todo el proceso de investigación, fundamentalmente para caracterizar y argumentar los eslabones de la formación del protagonismo desde el proceso de extensión universitaria, así como los indicadores que reflejan las características que el futuro profesional debe desarrollar.
Holístico–dialéctico: Utilizado en la explicación y argumentación del modelo pedagógico de formacióndel protagonismo del futuro profesional en la prestación de servicios profesionales, a través de proyectos extensionistas.
Modelación: Utilizado en la representación explícita y simplificada de las nuevas relaciones y cualidades del proceso de formación del protagonismo del futuro profesional en la prestación de servicios profesionales, a través de proyectos extensionistas.
RESULTADOS
El modelo pedagógico de formación del protagonismo del futuro profesional en la prestación de servicios profesionales, a través de proyectos extensionistas, es entendido en esta nueva construcción teórica como: un proceso continuo y sistemático, de estructuración coherente y orgánica, de influencias educativas, en el marco de las relaciones universidad-sociedad para promover la participación crítica, reflexiva y transformadora de los futuros profesionales, a partir de la articulación de los saberes científicos, típicos de la universidad y los saberes populares, típicos del contexto social comunitario, con la finalidad de interpretar, comprender y transformar la realidad en correspondencia con el proyecto social cubano y el modelo del profesional.
El mismo viabiliza la concreción de dos dimensiones que se articulan y dinamizan a partir de una lógica interna que revela como tiene lugar la formación del protagonismo del futuro profesional en la prestación de servicios profesionales, a través de proyectos extensionistas; ellas son: dimensión socioprofesional y dimensión sistematización cultural.
La dimensión socioprofesional (Fig. 1) como dirección de la formación del protagonismo del futuro profesional en la prestación de servicios profesionales, a través de proyectos extensionistas, se define como las relaciones que se establecen entre el futuro profesional con los agentes socializadores que intervienen en su formación y las personas que reciben su servicio profesional, en correspondencia con las exigencias del modelo del profesional que demanda la sociedad, dirigida a desarrollar la responsabilidad, el pensamiento flexible, la toma de decisiones y la participación proactiva; al identificar la dinámica del entorno universitario y comunitario para propiciar su desarrollo cultural, a través de la prestación de servicios profesionales, mediante el proyecto extensionista, en correspondencia con las necesidades de desarrollo económico y social del territorio.
Esta dimensión representa el nivel de comprometimiento con la realidad circundante en función de su mejoramiento, por lo que se estructura a partir de la necesidad de hacer coincidir la formación del futuro profesional, con los intereses de la sociedad y el proyecto social cubano, al reconocer la finalidad política de la educación, para desempeñarse en correspondencia con esta. Es necesario por tanto tomar conciencia de ello y no solo asumir su proceso de formación a través del cual se enriquece culturalmente, sino con la misión de contribuir al desarrollo de la propia universidad y de la comunidad desde su participación, consecuente con la intencionalidad recíproca del proceso educativo cubano.
Se distingue por la orientación al futuro profesional, en correspondencia con el modelo del profesional en función de articular su formación con las necesidades sociales, y que esta formación los prepare como sujetos que deben reconocer y comprender la realidad de sus contextos de actuación, para contribuir a su desarrollo desde la prestación de servicios profesionales.
En la dimensión socioprofesional se concreta la participación cooperativa y activa en los marcos institucionales y sociales, fortaleciéndose el vínculo universidad - comunidad, en un encuentro entre interlocutores que se enriquecen mutuamente, a la vez que respetan los códigos y normas que los distinguen, ello es posible sobre la base de la comunicación como vía que fomenta el intercambio.
Esta dimensión se caracteriza por la relación que se establece entre la orientación socioprofesional, la interpretación contextual, que se sintetizan en la cultura de participación.
La orientación socioprofesional se define como el asesoramiento al futuro profesional acerca de las relaciones que debe establecer con los otros; además de los vínculos esenciales entre su profesión y el desarrollo de la sociedad, lo que le permite tomar consciencia de la necesidad de participar activamente en su propio proceso de formación, desarrollar las herramientas y habilidades profesionales que posibilitan el mejoramiento y perfeccionamiento de sus servicios profesionales, a través de los proyectos extensionistas.
Esta orientación apunta al desarrollo de los eslabones de motivación, comprensión y control en los futuros profesionales en relación con los procesos formativos en los que participa. Se convierte en un esquema lógico de asesoramiento y asistencia, brindada por el docente, de forma gradual y sistemática con la intención de promover la reflexión acerca de las demandas de su profesión, los roles que deben ser asumidos durante el proceso formativo y las exigencias sociales que reclaman ser resueltas a partir de la intervención de la universidad, que oriente su conducta hacia una actuación consciente y activa en la prestación de servicios profesionales, a través de los proyectos extensionistas.
Desde su dinámica se promueve en el futuro profesional, la toma de decisiones, la reconceptualización de metas y la elevación del sentido y significado que le atribuye a los procesos de aprendizaje y a su futura vocación, al elevar el interés hacia el autoperfeccionamiento y la intervención social. Es por ello que se convierte en una tarea de concientización que accede a que el futuro profesional se reconozca como sujeto histórico y comprenda las condiciones reales del entorno universitario y comunitario, en función de la proyección de acciones que propicien su transformación, en correspondencia con el proyecto educativo cubano.
Es necesario que desde la orientación socioprofesional se incentive en el futuro profesional, la preocupación por la solución de los problemas profesionales que se suscitan en la universidad y la comunidad y que pueden ser resueltos desde las habilidades adquiridas y la ejecución de proyectos extensionistas que favorezcan la formación de la vocación y la prestación de servicios profesionales, así como la elevación de la cultura y la transformación social desde una postura protagónica.
Constituye finalidad de la orientación socioprofesional que las acciones proyectadas por los futuros profesionales para la transformación personal y de la sociedad a partir de la prestación de servicios profesionales, reposen sobre el conocimiento de sus recursos personológicos y profesionales en estrecha relación con la realidad social y las condiciones socio-económicas y culturales de los espacios intra y extra universitarios, al tener en cuenta el contexto de universalización.
Esta orientación en la dimensión socioprofesional que se argumenta no es efectiva si no se demanda de una interpretación de la realidad universitaria y comunitaria por parte del futuro profesional, para propiciar su protagonismo en la prestación de servicios profesionales, a través de proyectos extensionistas.
La interpretación contextual se define como la comprensión de la realidad universitaria y comunitaria que tiene lugar mediante la observación crítica y el análisis pormenorizado de la misma, a través de las herramientas lógicas propias del futuro profesional y las ofrecidas por los otros con los que interactúa, con el propósito de identificar las contradicciones, problemáticas, insuficiencias, aciertos y desaciertos que se vinculan de manera intrínseca con la profesión y que en ese sentido pueden enriquecer su formación para la prestación de servicios profesionales, a través de proyectos extensionistas.
Es evidente desde esta comprensión que la interpretación contextual, posibilita el vínculo esencial entre la universidad, la realidad social comunitaria y el propio desarrollo del futuro profesional, en tanto este último encuentra en esta realidad social una fuente de desarrollo de su rol profesional y una posibilidad para transformarla a través de los nuevos saberes profesionales que adquiere en su formación, desde el vínculo del estudio con el desempeño laboral y que encuentran una vía oportuna a través de la extensión universitaria para ser aplicados, toda vez que en esa relación también se enriquecen y perpetúan.
Se trata por tanto de facilitar a los futuros profesionales, las herramientas necesarias que garanticen el estudio y comprensión de situaciones persistentes en relación con las limitaciones manifestadas en la apropiación y reafirmación de la cultura, que los comprometa con la implementación de estrategias para superarlas.
Es preciso que los futuros profesionales partan de la duda y el cuestionamiento que asista a la movilidad y el cambio de lo existente, de lo tradicional y convencional, con lo que se estimula la corrección y transformación de la realidad, a partir del aporte personal y las vivencias positivas, en correspondencia con su responsabilidad ante el estudio y el desempeño laboral, en la prestación de servicios profesionales.
Es por ello necesario que el futuro profesional sea consciente de la realidad que vive y elabore representaciones que le permitan visualizarla y significarla de manera ideal, formular de forma abstracta nuevas situaciones en las que encuentre significado, e incrementar paralelo a ello el interés de intervenirla y modificarla; influenciado por sus aspiraciones, intereses y rol que ocupa en la sociedad. Así la representación de la realidad renovada, la configuración de modos de actuación y los resultados perfeccionados, fomentan el interés de concretar en la praxis esa realidad pensada.
El estudio de la realidad sociocultural de la universidad y la comunidad, y la evaluación de las posibles soluciones a los problemas que persisten en su dinámica de vida, constituye un elemento esencial en la formación del futuro profesional desde la perspectiva profesional y humanista; así como la interpretación de la situación real que vive en cuanto a la asimilación de la cultura, expectativas, conflictos, metas a alcanzar y responsabilidades como ser individual y social.
Esto le permite estructurar proyectos extensionistas con carácter interdisciplinario que conlleven a transformar esa realidad y propiciar la formación del protagonismo del futuro profesional durante la prestación de los servicios profesionales.
De la relación que se establece entre la orientación socioprofesional y la interpretación contextual emerge como síntesis la cultura de participación.
La cultura de participación se define como el entramado de saberes generales y profesionales que posibilitan el desarrollo de habilidades comunicativas, comportamentales y metacognitivas alcanzadas por el futuro profesional para asociarse, comunicarse, actuar y transformar la realidad de sus contextos de interacción durante la prestación de servicios profesionales.
Se forma como resultado del sistema de influencias que pauta el proceso formativo, donde se conjuga lo laboral con el estudio y la acción interactiva que establece el futuro profesional en el contexto de las relaciones institucionales y comunitarias, a través de los proyectos extensionistas. Por ello se precisa de la estructuración lógica y orgánica de los procesos sustantivos de la universidad, los que deben encausarse hacia el desarrollo de las habilidades profesionales, cognitivas, comunicativas y comportamentales. Ello le permite al futuro profesional acceder plenamente al entorno comunitario e interactuar con él, toda vez que posee una cultura de participación.
De lo que se trata es de formar en el futuro profesional herramientas de participación, pero desde una posición activa y creativa, tomando como premisa la identificación y el respeto a la dinámica de la comunidad y el sistema de relaciones que en ella se desarrollan. Para ello es necesario integrar procesos e influencias y desde la plataforma curricular sistematizar las habilidades que permiten diagnosticar, caracterizar, estructurar y ejecutar proyectos extensionistas como alternativa para solucionar las problemáticas detectadas y socializar la cultura que portan la universidad y la sociedad.
Se trata por tanto de formar al futuro profesional para que se inserte en las actividades de la universidad y la comunidad, en la que encuentra un entorno físico de existencia y desarrollo, que le permite desempeñar su rol en la prestación de servicios profesionales desde una postura protagónica, donde la orientación para su actuación profesional y la interpretación del contexto universitario y comunitario donde presta su servicio, se convierten en recursos indispensables para su formación.
Del sistema de relaciones que se establece entre la orientación socioprofesional y la interpretación contextual, sintetizadas en la cultura de participación, que expresan la naturaleza de la dimensión socioprofesional emerge como cualidad resultante la reciprocidad participativa. Esta se define como la relación de comunicación e intercambio cultural que propicia el futuro profesional entre el entorno universitario y comunitario de forma activa y productiva, desde de la prestación de servicios profesionales, a través de proyectos extensionistas.
Para ello es preciso que el futuro profesional actué sobre el respeto a la diferencia, lo que favorece la valoración, la aceptación mutua y el consenso. Ello es posible a partir de la comprensión de su entorno y la aceptación de su dinámica, lo que lo sitúa en condiciones de poner a circular la cultura que atesora, la que se nutre en este proceso de dar y recibir. De lo que se trata es de que se apropie de las herramientas necesarias que le permitan generar una relación convincente, de respeto e intercambio que suscite la elevación de la cultura y la transformación personal y social, durante la prestación de servicios profesionales.
La reciprocidad participativa reclama de la atención a las exigencias sociales y la valoración de las propias posibilidades y potencialidades, para establecer esquemas lógicos de asistencia y extensión de los saberes atesorados de forma activa y responsable, con lo que logra que la comunidad reciba el mensaje educativo y comparta a plenitud su legado.
La dimensión sistematización cultural (Fig. 2) como dirección de la formación del protagonismo del futuro profesional en la prestación de servicios profesionales, a través de proyectos extensionistas se define como la asimilación, ordenamiento e integración de experiencias, conocimientos, habilidades y procedimientos que posibilitan el perfeccionamiento y apropiación de nuevos saberes para interactuar con los demás y en los contextos de la universidad y la comunidad, de manera activa y productiva en el desarrollo de su actividad profesional; dirigida a desarrollar la responsabilidad, el pensamiento flexible, la toma de decisiones y la participación proactiva; al identificar la dinámica del entorno universitario y comunitario para propiciar su desarrollo cultural, a través de la prestación de servicios profesionales, mediante proyectos extensionistas, en correspondencia con las necesidades de desarrollo económico y social del territorio.
La sistematización cultural se concreta bajo la conducción y orientación del docente, al posibilitar que el futuro profesional internalice el objeto de la cultura transformada, a partir de las relaciones que establece en los marcos educativos y sociales, que le permite apropiarse de conocimientos, habilidades y valores para aplicarlos a nuevas situaciones.
Es por tanto un proceso de ida y vuelta para transformar la práctica educativa y social, comprender las experiencias y compartirlas con otros, como vía para contribuir a la producción del conocimiento. En la sistematización cultural, se establece una relación dialéctica entre la asimilación del contenido y su enriquecimiento, con lo que se desarrolla la capacidad en los futuros profesionales, para aplicarlos y transferirlos en los contextos donde presta los servicios profesionales.
La sistematización cultural conduce a la formación de esquemas lógicos de aplicación de saberes. Ello demanda por tanto de la selección y ejecución por el docente de oportunas alternativas metodológicas que conduzcan al futuro profesional, a la rememoración de contenidos precedentes y la revelación de nexos y relaciones esenciales al procesar la nueva información, que le permitan generalizar el objeto de la cultura transformado a nuevas y complejas situaciones.
La sistematización cultural es apreciada por el nivel de concreción de habilidades comunicativas, profesionales, comportamentales y metacognitivas que logra el futuro profesional en la praxis educativa, que le permite aplicar el conocimiento y hacer uso de los métodos científicos de investigación y los métodos lógicos del pensamiento, para acceder a la comunidad y prestar sus servicios profesionales.
Esta dimensión representa la transformación del producto de la cultura, a partir de las herramientas adquiridas durante los procesos de interacción y que se constituye en recursos personológicos para dar respuesta a los problemas del entorno universitario y comunitario.
Es comprendida por tanto por los códigos sistematizados que se postulan en el currículo y el nivel de relaciones de los sujetos implicados en el proceso educativo. Se estructura al hacer coincidir el sistema de conocimientos legados en el proceso formativo y los saberes particulares legados por el entorno comunitario, proceso en el cual el futuro profesional desarrolla habilidades profesionales que le permiten comprender y transformar su entorno.
Esta dimensión advierte no solo el producto cultural; sino que centra, especial atención en el desarrollo de los instrumentos culturales de los que deben apropiarse los futuros profesionales para abordar y resolver los problemas básicos que se les plantean durante la prestación de servicios profesionales, a través de proyectos extensionistas. Concebir la formación del protagonismo desde la sistematización cultural, implica un acercamiento consciente a los valores significativos con los que interactúa el sujeto en el curso de su actividad profesional.
De lo que se trata es no solo de establecer contacto con la comunidad y compartir el legado cultural, sino de lograr que los procesos, hechos y productos en general de la cultura logren cobrar determinado significado y sentido para los futuros profesionales en el curso de las interacciones con los demás en los diferentes contextos.
La dimensión sistematización cultural se comprende por la relación que se establece entre la cultura de participación que sintetiza la cultura universitaria y la cultura comunitaria.
La cultura universitaria se define como el entramado de saberes (conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes y valores conformados y asimilados) del currículo y del sistema de relaciones sociales que establece el futuro profesional; que se constituyen en herramienta necesaria para apropiarse de la esencia de la realidad universitaria hacia la comunitaria con vistas a su transformación, desde una participación activa y productiva en la prestación de servicios profesionales, a través de proyectos extensionistas.
Es loable referir que las relaciones que establece el futuro profesional con los directivos, profesores, tutores y compañeros de estudio; devienen condición esencial para la sistematización de la cultura universitaria, en tanto permiten sistematizar los aprendizajes adquiridos y transformar el objeto de la cultura ante sí.
La cultura universitaria necesita enriquecerse de forma orgánica y sistemática, en tanto no es estática y acabada, lo que reclama de la sistematización de habilidades comunicativas, cognitivas, profesionales y comportamentales, que garanticen la elevación y transferencia de cultura y la solución de problemáticas que gravitan en la universidad y la comunidad. Ello es promovido a través del sistema de relaciones que se suscitan en el contexto educativo y que se constituyen en experiencias que trascienden al contexto comunitario, a través de la prestación de servicios profesionales.
Se trata por tanto de movilizar e integrar en la dinámica del proceso formativo, las experiencias vividas y el conocimiento previo de los futuros profesionales, referentes ideales para el desarrollo de habilidades profesionales en los que se sustenta la práctica educativa, para dotar al futuro profesional de herramientas con las que accederán al entorno social para su transformación.
La cultura universitaria demanda de la combinación de los procesos sustantivos, lo que puede materializarse a través de los proyectos extensionistas, que permiten desde la percepción de un problema integrar contenidos, disciplinas y habilidades socioprofesionales para intervenir la realidad social y consolidar la cultura comunitaria.
La cultura comunitaria se define como el entramado de saberes populares, formas de comportamiento social, idiosincrasia, historia, creencias y costumbres, que caracterizan y distinguen a la comunidad; que se constituyen en herramientas necesarias del futuro profesional para apropiarse de la esencia de la realidad comunitaria, como pauta para la incidencia de la universidad en la comunidad con vistas a su transformación, desde una participación activa y productiva en la prestación de servicios profesionales, a través de proyectos extensionistas.
Es una cultura heterogénea y compleja, resultado de los múltiples y diversos patrones de comportamiento social que en ella confluyen y es apreciada a partir de la actuación de los comunitarios ante diversas situaciones. Se nutre de las influencias formativas y las vivencias experimentadas, por tanto acusa de ser entendida y transformada sobre el modelo social cubano, sin ser arrasada, en tanto la comunidad necesita crecer culturalmente, portando consigo elementos que la identifican y que resumen su historia.
La cultura comunitaria es manifestación de las necesidades sentidas, de las influencias educativas recibidas, de patrones de comportamiento ante diferentes eventos de la vida, que se convierten en referentes para trazar estrategias que permitan su enriquecimiento.
El futuro profesional bajo la orientación del docente, se convierte en una figura necesaria e idónea para acceder y elevar la cultura comunitaria, al hacer uso de las herramientas lógicas que posee y que desarrolla fundamentalmente en los marcos de la institución educativa. Se trata por tanto de lograr que el futuro profesional ponga en manos de la comunidad la cultura que atesora a través de la prestación de sus servicios profesionales, utilizando como vía el proyecto extensionista, con el cual garantiza de forma orgánica y coherentemente estructurada el intercambio entre la universidad y la comunidad.
Para lograr ese propósito el futuro profesional debe partir del reconocimiento de su dinámica interna, lo que garantiza la identificación, acercamiento, cooperación e implicación activa. Esta relación favorecerá que la universidad y la comunidad se interrelacionen productivamente y se enriquezcan culturalmente, al legar la universidad su patrimonio cultural, toda vez que la comunidad le da a conocer a la institución educativa sus problemáticas, que se constituyen en proyecciones de trabajo.
Del sistema de relaciones que se establece entre las diferentes configuraciones que expresan la naturaleza de la dimensión sistematización cultural emerge como cualidad resultante la integralidad cultural, la que se define como la totalidad de saberes, del futuro profesional, relacionados con sus herramientas de intervención y participación, sus contenidos profesionales y populares; que le permite promover los saberes cultivados y transformar los entornos de interacción, a partir de la prestación de servicios profesionales de forma activa y productiva.
La integralidad cultural se refleja en la participación socioprofesional del futuro profesional, que le permite acceder de forma plena a los productos materiales y espirituales de la cultura universitaria y comunitaria, y defender sus posiciones culturales. Es por tanto, un proceso progresivo de dominio de saberes típicos del entorno universitario y los saberes populares típicos del contexto social comunitario, entramado de conocimientos y sentidos que le permiten transformar el objeto de la cultura ante sí, para beneficio social y personal.
La integralidad cultural se potencia desde los procesos de integración, sistematización y socialización en los que participa el futuro profesional, a través de los cuales reafirma su sistema instrumental con los que enfrenta de forma activa y productiva los problemas del contexto universitario y comunitario desde la prestación de servicios profesionales, a través de proyectos extensionistas.
Entre la dimensión socioprofesional y la dimensión sistematización cultural se establecen relaciones dialécticas, que garantizan la formación del protagonismo del futuro profesional en la prestación de servicios profesionales, a partir de proyectos extensionistas desde la integración orgánica y coherente de los elementos formativos que cada una aporta. Expresan la dirección lógica del proceso educativo para garantizar niveles más alto de compromiso y participación que facilite a partir de la elaboración y ejecución de proyectos extensionistas, como herramienta funcional instrumental, garantizar el crecimiento personal que a su vez potencia el desarrollo cultural de la universidad y la sociedad. Lo anterior expresa el carácter totalizador del proceso que se modela.
Eslabones de la formación del protagonismo del futuro profesional en la prestación de servicios profesionales, a través de proyectos extensionistas
Los eslabones que se argumentan como parte del modelo pedagógico se caracterizan por su naturaleza holística, compleja y dialéctica y son vistos en la presente investigación como la sucesión de movimientos intencionados por los que transita la formación del protagonismo del futuro profesional en la prestación de servicios profesionales, a través de proyectos extensionistas; y que se respaldan en la práctica por acciones, tareas o actividades de contenido formativo que posibilitan la participación activa y productiva del futuro profesional en la comunidad intrauniversitaria y extrauniversitaria.
La interpretación de la lógica interna de estos eslabones favorece la comprensión del proceso que se argumenta y su orden obedece a los momentos de ascenso cíclico y progresivo que caracterizan dicho proceso. Se constituyen por tanto en prepuestos teóricos que orientan la práctica educativa en función de potenciar la formación del protagonismo del futuro profesional en la prestación de servicios profesionales, a través de proyectos extensionistas.
Estos eslabones se identifican como:
Estudio contextual
Representación de soluciones
Proyección interdisciplinar
Intervención socioprofesional
Evaluación de la pertinencia socioprofesional extensionista
El eslabón estudio contextual se dirige a la preparación del futuro profesional acerca de las vías, métodos e instrumentos para la realización de diagnósticos de contextos; los recursos expresivos que facilitan la comunicación y el intercambio y formas de comportamiento social para acceder a la comunidad intrauniversitaria y extrauniversitaria con la intención de explorarla, estudiarla y diagnosticar sus principales potencialidades y problemáticas.
Lo anterior precisa de lograr que el futuro profesional desarrolle la capacidad para la aplicación de instrumentos, a partir de una adecuada disposición de espacios y tiempos; la búsqueda, indagación, recopilación, procesamiento y análisis cualitativo y cuantitativo de los datos obtenidos y la elaboración de informes resultantes del estudio realizado, con el uso de las tecnologías de la información.
De igual forma es necesario el desarrollo de habilidades para determinar la problemática a resolver, identificar variables e indicadores con la finalidad de obtener una información diagnóstica que permita caracterizar el contexto estudiado y pronosticar sus posibilidades de transformación. El proceso de extensión universitaria desde sus diferentes formas organizativas se dirige a potenciar el vínculo entre la comunidad intrauniversitaria y extrauniversitaria, por lo que se considera necesario conocer la dinámica cultural de estos espacios.
En el espacio universitario el futuro profesional desarrolla las habilidades cognitivas, profesionales y comportamentales, que lo preparan para interactuar y transformar su medio y en el segundo encuentra un espacio concreto de actividad y de desarrollo humano, que le permite prestar sus servicios profesionales a partir de las habilidades adquiridas y enriquecer su cultura. El conocimiento de las interioridades de cada contexto deviene en condición esencial para la articulación de acciones que propicien el intercambio y la transformación social y personal.
Las vías más significativas para el logro del objetivo principal del eslabón son:
1. Preparación para la aplicación de diagnósticos
2. Preparación para la caracterización de contextos
3. Preparación para la determinación de problemáticas
El alcance del objetivo de este eslabón dirigido a la determinación de problemáticas a partir del estudio de la realidad contextual desde una visión transformadora y que encuentran su solución a través de proyectos extensionistas, viabiliza el tránsito a un eslabón de orden superior: la representación de soluciones.
El eslabón representación de soluciones se dirige a la preparación del futuro profesional para configurar la realidad percibida en el contexto universitario o comunitario, desde una perspectiva de cambio. Se trata de representar el querer ser a partir del ser, luego de identificar las principales contradicciones que deben ser resueltas desde la prestación de servicios profesionales, mediante el proyecto extensionista.
El proyecto extensionista es una vía organizativa de carácter integrador y sistémico que favorece de forma estable, intencionada y plena la intervención del futuro profesional en la comunidad intrauniversitaria y extrauniversitaria para la prestación de servicios profesionales desde una participación protagónica. De igual forma se destaca por potenciar la apropiación de conocimientos y herramientas operativas para transformar la realidad.
Este eslabón se articula a partir del análisis y comprensión por el futuro profesional de la realidad universitaria y comunitaria y su singularidad radica en la representación de un modelo de cambio, desde el dominio de carencias, aciertos y desaciertos, lo que aporta los elementos necesarios para proponer de forma sistémica y flexible determinados objetivos, métodos y técnicas a utilizar; metas, actividades, acciones y tareas con sus plazos de cumplimiento; así como beneficiarios, recursos, productos, indicadores de evaluación, factores externos y condicionantes para el logro de los efectos e impacto del proyecto; con vistas a garantizar la sostenibilidad de las transformaciones que se promueven.
En este eslabón se trabaja por tanto el desarrollo de la capacidad reflexiva, anticipatoria y creativa, al estimular el interés del futuro profesional por mejorar, comprender y transformar su realidad desde la confrontación del ser y el querer ser. Es necesario por tanto anticipar logros y transformaciones, que propicien una clara visión de las actividades y tareas que deben implementarse para alcanzar el fin previsto.
Para el desarrollo de este eslabón se le presentan al futuro profesional problemáticas profesionales para que exponga y argumente las posibles acciones de intervención que puede realizar para transformar la realidad mostrada. Ello propiciará una mayor preparación como condicionante para la prestación de servicios profesionales a través de proyectos extensionistas desde una posición protagónica como vía de concreción práctica de las situaciones modeladas previamente.
Las vías más significativas para el logro del objetivo principal del eslabón son:
1. Presentación de problemáticas profesionales
2. Exposición y argumentación, por parte del futuro profesional, de posibles acciones de intervención, a través del proyecto extensionista.
El alcance del objetivo de este eslabón dirigido a la presentación de soluciones que logran su máximo nivel de concreción en la elaboración de proyectos, viabiliza el tránsito a un eslabón de orden superior: la proyección interdiciplinar.
El eslabón proyección interdiciplinar se dirige a la preparación del futuro profesional para la realización de un profundo estudio que conduzca a determinar las relaciones del modelo del profesional, las disciplinas y asignaturas con las actividades, acciones y tareas que facilitan el desarrollo del proyecto extensionista. Ello constituye la base esencial de conocimientos necesarios que se convierte en herramienta lógica para la solución de la problemática identificada. De igual forma posibilita mayor comprensión de las características esenciales de su profesión y su valor social, de las potencialidades de cada asignatura y de la comprensión de la carrera como un todo. A su vez permite establecer relaciones entre contenidos recibidos en años anteriores y concienciar la necesidad de su dominio, así como otorgarle significado a lo que aprende y relacionarlo con el componente laboral.
De lo que se trata es de distinguir los aspectos esenciales de las asignaturas y disciplinas que se constituyen en la base lógica y científica para acceder a transformar la realidad percibida. La precisión y dominio de estas fuentes garantizan en el futuro profesional un mejor desempeño en la prestación de servicios profesionales.
De igual forma se proyecta cómo pueden interrelacionarse los procesos sustantivos de la universidad, que coadyuve a darle tratamiento a varios de sus componentes, desde una visión lógica y sistémica.
Las vías más significativas para el logro del objetivo principal del eslabón son:
1. Orientación del análisis del modelo del profesional
2. Orientación del análisis de los objetivos y contenidos de las disciplinas y asignaturas recibidas
3. Preparación para la determinación de la relación entre los contenidos de la profesión y la problemática detectada
El alcance del objetivo de este eslabón, dirigido a la determinación de las relaciones entre los contenidos de la profesión y la problemática detectada, viabiliza el tránsito a un eslabón de orden superior: la intervención socioprofesional.
El eslabón intervención socioprofesional se dirige a la preparación del futuro profesional para su intervención activa y productiva en el despliegue de sus habilidades profesionales, utilizando como vía el proyecto extensionista en función de resolver la problemática identificada en la comunidad intrauniversitaria o extrauniversitaria, desde posiciones abiertas a la diversidad. Se convierte en un proceso de retroalimentación, en tanto el futuro profesional despliega sus habilidades profesionales y al mismo tiempo reconoce la necesidad de sistematizar nuevos saberes como herramientas lógicas para responder a las acuciantes interrogantes y carencias de sus contextos de interacción.
En este eslabón se destaca el desarrollo de la responsabilidad, el pensamiento flexible, la toma de decisiones y la participación proactiva; al identificar la dinámica del entorno universitario y comunitario para propiciar su desarrollo cultural, a través de la prestación de servicios, mediante proyectos extensionistas, en correspondencia con las necesidades de desarrollo económico y social del territorio.
Desde este eslabón los futuros profesionales automatizan las habilidades adquiridas, a partir de la prestación de servicios profesionales y movilizan su potencial regulador y transformador en beneficio colectivo y personal. De igual forma desarrollan su capacidad de anticipación, previsión y autonomía.
Su intención se dirige a lograr que el futuro profesional aplique en la práctica los conocimientos y las habilidades profesionales mediante la prestación de servicios profesionales, a través de lo cual satisfacen necesidades de la comunidad intrauniversitaria y extrauniversitaria, lo que eleva el nivel de compromiso, respeto y admiración hacia la profesión, la satisfacción por sentirse útil y apto para actuar sobre la realidad, transformarla y hacerla más humana; y el interés y motivación por la alcanzar mayores niveles de preparación profesional.
Este eslabón demanda por tanto de la preparación del futuro profesional para acceder a transformar la realidad percibida en sus contextos de interacción sobre los principios básicos de la comunicación asertiva, el respeto a la diversidad, la reciprocidad sintetizada en el dar y recibir, premisa esencial para elevar la cultura; y la capacidad para tomar decisiones y replantear acciones ante situaciones imprevistas, con vista a lograr progresivos niveles de desarrollo. De igual forma es necesaria la movilización de sus recursos personológicos que conduzcan a elevar los niveles de autonomía y confianza para acceder a la realidad intrauniversitaria y extrauniversitaria y responder a sus interrogantes desde una posición ético profesional.
Las vías más significativas para el logro del objetivo principal del eslabón son:
1. Preparación del futuro profesional para la puesta en práctica del proyecto
2. Preparación para la observación sistemática del funcionamiento del proyecto
3. Preparación para el rediseño del proyecto
4. Preparación para aglutinar y orientar a los participantes en el proyecto
Se considera oportuno argumentar la intencionalidad de las vías propuestas para el logro de este eslabón, en tanto su esencia se revela en la preparación que debe recibir el futuro profesional para orientar a otros profesionales que colaboran en la ejecución de las acciones formativas previstas en el proyecto extensionista. De igual forma debe desarrollar habilidades para replantear acciones que por diversas causas pueden afectar el cumplimiento de los objetivos previstos.
En sentido general este eslabón particulariza en la preparación del futuro profesional para actuar sobre la realidad y transformarla, con lo que automatiza sus habilidades y moviliza su potencial regulador.
El alcance del objetivo de este eslabón dirigido al acceso del futuro profesional a la comunidad intrauniversitaria y extrauniversitaria para resolver la problemática identificada, a través del proyecto extensionista, viabiliza el tránsito a un eslabón de orden superior: evaluación de la pertinencia socioprofesional extensionista.
El eslabón evaluación de la pertinencia socioprofesional extensionista se dirige a la preparación del futuro profesional para el análisis crítico reflexivo que debe realizar de su participación y la pertinencia de las acciones desplegadas, en función de la optimización de su comportamiento y de las estrategias seleccionadas para transformar la realidad.
Este eslabón se intenciona hacia el despliegue de la evaluación como proceso continuo y sistemático de exploración, retroalimentación y mejora que le permite al futuro profesional realizar un registro de incidencias y regularidades, para la obtención de criterios sobre los cuales reorientar su participación en aras de alcanzar niveles superiores de autonomía y desarrollo cultural.
Igualmente la evaluación de la pertinencia socioprofesional extensionista particulariza en la valoración de forma crítica y desde la perspectiva de mejoramiento de la calidad del proyecto extensionista, los métodos empleados y las acciones desplegadas. Se trata por tanto de lograr que el futuro profesional reflexione sobre la eficacia de su participación desde la relación entre el por qué y el para qué; su comportamiento y el efecto causado y entre las habilidades automatizadas y la necesidad de nuevos saberes.
Este eslabón precisa que el futuro profesional concrete los procesos valorativos a partir del establecimiento de criterios que le permitan orientarse hacia una consecuente y certera evaluación de su intervención y la pertinencia del proyecto extensionista.
Las vías más significativas para el logro del objetivo principal del eslabón son:
1. Preparación para la autoevaluación del futuro profesional
2. Preparación para la coevalaución y heteroevaluación; así como del proyecto en sí
3. Preparación para el análisis crítico de los resultados alcanzados mediante la prestación de servicios profesionales
Es apreciable la estrecha interrelación entre los propósitos y vías que se articulan en cada uno de los eslabones planteados. En su desarrollo no se precisan momentos de inicio y culminación de una aspiración o propósito, con independencia de que cada uno tiene una estructura propia, un contenido y un propósito bien definido, pues es incuestionable que el esquema lógico para la formación del protagonismo del futuro profesional en la prestación de servicios profesionales, a través de proyectos extensionistas, se expresa en la confluencia de estos eslabones desde sus particularidades y el carácter totalizador que reflejan.
DISCUSIÓN
La argumentación del modelo pedagógico de formación del protagonismo del futuro profesional en la prestación de servicios profesionales, a través de proyectos extensionistas toma en cuenta referentes teóricos sobre el proceso de extensión universitaria y el protagonismo.
En el Programa Nacional de Extensión Universitaria aprobado en el año 2004, el concepto de extensión universitaria se enuncia como: “proceso que tiene como objetivo promover la cultura en la comunidad intrauniversitaria y extrauniversitaria, para contribuir a su desarrollo cultural”.2 En lo particular los proyectos extensionistas son definidos como: “Es una unidad mínima de asignación de recursos, que a través de un conjunto concreto de actividades, acciones y tareas pretende modificar o transformar una parcela de la realidad sociocultural, disminuyendo o eliminando un déficit o solucionando un problema.”2
Albenis Rodríguez3 considera a la extensión como: “un proceso con un complejo tramado de relaciones internas y externas, que lo identifican como proceso sustantivo para la formación del profesional, pero que lo diferencian notablemente de los otros, sobre todo por la especial comunicación que en él se desarrolla, al proponerse promover la cultura en el interior y exterior de los predios de la universidad”.
Buttazzoni y col. abogan que “es en la práctica de extensión donde el saber académico se nutre y retroalimenta con el saber popular, en relación dialógica”.4 Este criterio es ampliamente visualizado en el constructo teórico presentado, el que aboga por el desarrollo de la cultura universitaria y comunitaria en este proceso de transmisión de saberes para la formación del protagonismo en la prestación de los servicios profesionales, coincidiendo con el mencionado autor al expresar: “Esto necesariamente conlleva a una transformación permanente del saber académico y de los propios universitarios” .4
Según este principio, y coincidiendo con el criterio de Camilloni y col., hay que diseñar procesos de enseñanza-aprendizaje que articulen cuidadosamente una “sólida formación teórica y un aprendizaje experiencial que den cuenta de la complejidad y la incertidumbre de los problemas que debe enfrentar un graduado, y que contemplen sistemáticamente actividades de resolución de problemas reales, toma de decisiones y diseños de proyectos”.5 “La formación ha de ser muy actualizada para abrir las puertas a la producción de conocimientos, preocupada por promover la comprensión de las redes que conforman la sociedad civil y el Estado para mostrar la conexión del conocimiento académico y profesional con la ciencia, la tecnología y los mundos natural y social, porque el conocimiento universitario ya no se encuentra encerrado en el ámbito de las disciplinas académicas”.6
Desde esta mirada se coincide con el criterio de Galarza y Almuiñas, al exponer que este proceso debe “proyectar y llevar a vías de hecho el desarrollo integral de la institución, para cumplir con eficiencia y eficacia su función social mediante el perfeccionamiento de sus relaciones internas y con el medio exterior, convirtiéndola a la vez, en un relevante centro cultural de su entorno comunitario, que permita, con un concepto de integralidad, la formación de las nuevas generaciones de ciudadanos, capaces de interactuar y transformar la realidad circundante, con una concepción de universalidad de los saberes, pero con base en los fundamentos de la cultura nacional y un sentido de desarrollo autóctono al interior de sus entornos territoriales y regionales más concretos”.6
Alarcón expresa que “…la extensión universitaria debe incidir de manera más orgánica en el cumplimiento del encargo social de la Universidad, y en particular, en la formación integral del futuro profesional”.7 Dicho argumento es entendido como un llamado a la integración de los procesos sustantivos de la universidad, lo que fortalece la participación comprometida y activa del estudiante en sus espacios de interacción.
En el presente trabajo se comparte la definición de Batista de integración de procesos sustantivos universitarios como “el proceso de planificación, organización, implementación, control y mejora de acciones sinérgicas y complementarias entre la formación, la investigación y la extensión universitaria, para satisfacer las demandas de la comunidad universitaria y de la sociedad con mayor racionalidad en el uso de los recursos (financieros, técnicos y humanos), contribuyendo así al cumplimiento de la misión universitaria”.8
De igual forma se considera que el modelo teórico que se argumenta en el presente trabajo toma es portador de las recientes ideas que ofrece Batista, al definir la curriculariza-ción de la extensión universitaria como “el proceso a través del cual, con el objetivo general de promover cultura, se diseñan e implementan, en el pre-grado, asignaturas que incorporen naturalmente elementos de los tres procesos sustantivos universitarios, para incidir de manera más orgánica en el cumplimiento del encargo social de las Instituciones de Educación Superior y en la formación integral del futuro profesional”.8
El término protagonismo ha sido de igual forma abordado por un gran número de investigadores. En la construcción teórica de Heredia Dominico, se considera al protagonismo como: “un valor social, lo cual se asume en esta tesis, que se desarrolla gradualmente en el estudiante desde el proceso de su formación, y que le permite conjugar la significación social con el sentido personal de su actuación, al implicarse conscientemente en las actividades, siendo expresión del nivel de conocimientos que alcanza con respecto a la realidad, y a los recursos personales con los que cuenta para lograr una participación comprometida y responsable en un contexto dado”.9
Ortega Cabrera considera que el protagonismo estudiantil tiene su máxima expresión como una competencia emprendedora, entendida como: “un conjunto complejo de conocimientos, habilidades, valores y actitudes, que permiten a las personas llevar las ideas a la gestión de un desempeño eficiente, involucrando creatividad e innovación, en el desarrollo de las diferentes actividades”.10
Parada, expone que el protagonismo es: “el resultado en el alumno de la acción interactiva que se establece en el contexto de las relaciones sociales y escolares, se presenta no de manera espontánea sino como resultado de la influencia directa y consciente que él recibe de todos los agentes socializadores que intervienen en el proceso de su formación y de manera particular, a partir de las tareas que asume”.11
Se coincide con las aportaciones de Apeztegui y col. al expresar “la idea de un individuo formándose inmerso en la comunidad a la cual pertenece, un estudiante que sustenta su aprendizaje en un encuentro de saberes con los actores sociales, como un modo de lograr una formación integral, crítica y comprometida”.12 Este pensamiento es asumido en el presente trabajo, en el cual se argumentan relaciones de interdependencia para el desarrollo del protagonismo en la prestación de servicios profesionales desde el proceso de extensión universitaria, al tener en cuenta las potencialidades que brinda la relación dinámica entre la universidad y la comunidad.
Los autores analizados exponen sus consideraciones acerca de las categorías investigadas, las que se comparten y se consideran significativas, al aportar elementos que se convierten en sustentos del modelo pedagógico de la formación del protagonismo del futuro profesional en la prestación de servicios profesionales, a través de proyectos extensionistas.
CONCLUSIONES
El modelo pedagógico de formación del protagonismo del futuro profesional en la prestación de servicios profesionales, a través de proyectos extensionistas, se sustenta en las cualidades emergentes de la dimensión socioprofesional y la dimensión sistematización cultural, con carácter configuracional y dinámico, que solucionan la contradicción fundamental que se revela entre el carácter científico académico de la formación que recibe el futuro profesional y el insuficiente aprovechamiento de la misma en función de la prestación de un trabajo extensionista con marcado carácter comunitario.
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